La elección de un celular adecuado va más allá de los números impresos en el almacenamiento interno. En la clase anterior, hemos explorado los procesadores, GPU y RAM, pero ¿qué hay del pilar final e igualmente crucial: el almacenamiento?
Actualmente, el estándar de almacenamiento interno de los dispositivos móviles abarca 32, 64, 128, 256 GB o incluso más. Sin embargo, aquí radica una verdad a menudo omitida: no todos los gigabytes son iguales.
Si bien puede ser tentador optar por mayores capacidades, la calidad y tipo de almacenamiento son puntos relevantes. No se trata solo de la cantidad de espacio, sino de la velocidad y eficiencia de este.
Emmc vs. UFS: Más allá de las Siglas
Dentro del reino del almacenamiento celular, existen dos principales categorías: Emmc (Embedded Multimedia Card) y UFS (Universal Flash Storage).
Emmc, aunque común en dispositivos de gama baja o algunos de gama media, está quedando en desuso. ¿Por qué? La razón es simple: su velocidad de lectura y escritura es obsoleta en comparación con la evolución tecnológica. Es como tener un antiguo disco duro operando en un mundo de unidades SSD.
Por otro lado, UFS, representado por su nombre, Universal Flash Storage, ofrece una experiencia más rápida y eficiente. Desde UFS 2.0 hasta el último UFS 4.0, se asemeja a tener un SSD tradicional o una unidad M.2 con velocidades relámpago.
Un aspecto crucial y a menudo subestimado del almacenamiento es su desempeño a medida que se llena. En dispositivos con Emcc, la ralentización gradual es evidente a medida que se completa. Por el contrario, UFS mantiene su velocidad, independientemente del espacio ocupado.